Ante la creciente competencia y los desafíos de la globalización y la adopción masiva de Internet, LEGO implementó mejoras operativas clave para enfrentar estos desafíos, que implicaron la simplificación de su línea de productos al reducir el número de tipos de ladrillos LEGO producidos y la estandarización de su diseño, lo que permitió una reacción más rápida a las tendencias del consumidor.
También se enfocó en innovación, generando ideas creativas a través de un equipo llamado Future Lab, pero estableciendo directrices claras para limitar los costos de innovación. Además, optimizó su cadena de suministro al trabajar con un número más reducido de proveedores y centrarse en colaborar estrechamente con grandes minoristas para prever la demanda y gestionar el inventario de manera eficiente.
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