Google se anticipó al dominio de las tecnologías emergentes en las aulas al consolidar su presencia en la educación a través de plataformas digitales y al integrar la inteligencia artificial (IA) en la enseñanza y el aprendizaje.

Durante la pandemia, Google experimentó un crecimiento significativo en su plataforma de aprendizaje digital, Google Classroom, alcanzando 150 millones de usuarios, y anunció planes para expandir su función como sistema de gestión del aprendizaje, además de que introdujo LaMDA (Language Model for Dialogue Applications), una plataforma de IA que permite a los estudiantes hacer preguntas en lenguaje natural y recibir respuestas coherentes y relevantes.

Sin embargo, esta expansión plantea preocupaciones éticas y de privacidad, ya que Google accede a datos de estudiantes y escuelas a nivel internacional.